Abogado de Fracturas de Huesos en la Ciudad de Nueva York

Casi todos los casos de lesiones personales se reducen a la pregunta de negligencia. La parte lesionada (el demandante) tiene que probarle a un juez o jurado que la parte ofensora (el acusado) fue negligente de alguna forma que condujo al incidente lesivo. La negligencia podría ser obvia – por ejemplo, si un conductor ebrio atropelló a un o una peatón o peatona y fracturó sus piernas. También puede ser más difícil de probar. Su caso de fractura de hueso podría involucrar a más de un acusado, varios factores contribuyentes, y muchas leyes federales y estatales. El trabajar con un abogado respetable de lesiones personales de la Ciudad de Nueva York puede hacer el proceso de demanda más fácil para usted y su familia.

El primer paso en la búsqueda de compensación por un hueso roto es identificar al demandado(s). piense primero acerca de quién más estaba involucrado en el accidente. Por ejemplo, tal vez hubo un conductor negligente, un compañero de trabajo descuidado, o un delincuente violento quien causó sus lesiones. La persona directamente implicada en su accidente es el acusado más probable. Sin embargo, sus opciones no terminan ahí necesariamente. Tal vez haya otras partes responsables por su accidente, tales como un fabricante de un producto o un dueño de una propiedad. Una investigación podría ser necesaria para determinar todos los acusados apropiados en su caso.

Después viene el proceso de la entablación. La Ciudad de Nueva York tiene requerimientos especiales para presentar demandas de lesiones personales. Usted debe entablar su demanda en un plazo máximo de tres años a partir de la fractura de su hueso. Si su acusado es una agencia gubernamental, usted tiene un plazo máximo de seis meses a partir de su lesión para entablar. Buscar ayuda de un abogado experto de fracturas de huesos podría traerle tranquilidad y quitarle la carga del papeleo legal de encima. Meirowitz & Wasserberg, LLP puede entablar una demanda en su nombre y tomar pasos para avanzar su demanda. Todo empieza con una llamada telefónica.